martes, 20 de mayo de 2008

Enfoque tradicional v/s enfoque contemporáneo de la didáctica

Introducción


La historia de la didáctica, es sin duda uno de los tópicos más relevante de la educación, ya que permite entender la evolución y el cambio de pensamiento en torno a lo que se quiere lograr con los educandos y el fin que se persigue con la educación.


Es por ello, que en el presente trabajo se realizará una comparación entre la didáctica tradicional y la didáctica contemporánea con el fin de establecer criterios claros respecto al rol del docente, del alumno e incluso de la intencionalidad de la enseñanza, permitiendo formar una imagen clara de la situación actual de la didáctica.


Así, el objetivo principal de este trabajo es establecer una comparación de aspectos relacionados con la didáctica, involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para ello se utilizaran cuadros comparativos que permitirán concretar tal objetivo.



Campo de estudio de la didáctica

El estudio de la didáctica se encuentra dentro del campo de las ciencias de la educación.


La existencia de la didáctica, tiene sentido en cuanto tiene una interrelación entre teoría y práctica: lo cual supone una dimisión explicativa/descriptiva al tiempo que también ha de de ser una ciencia normativa/prescriptiva.


La didáctica ha sido definida como un conjunto de saberes que buscan dar respuesta a la pregunta: ¿Cómo enseñar?, por lo cual, es considerada básicamente una técnica de la enseñanza.


Desde el punto de vista de sus fundamentos epistemologicos, no puede basarse en otras disciplinas, como sí lo hacen, la sociología o la psicología de la educación. Sin embargo, la tarea de la didáctica esta relacionada con la articulación tanto del componente explicativo como el normativo (y el utópico), lo cual se debe a la naturaleza de su objeto de estudio.


Existen diversas definiciones de didáctica, uno de ellas es la presentada por Vazquez, F (2006: 219) donde argumenta: “… la didáctica es el estudio de los medios de enseñanza, esto es, la manera de utilizar la tecnología propia de la función docente…”. Así, es difícil definir el campo netamente de la didáctica en cuanto se encuentra interrelacionada con el currículo y evaluación.


Enfoque tradicional de la Didáctica.
Antecedentes históricos

Las críticas a la forma de enseñanza que se practicaba en los colegios internados, surgidos en el siglo XVII, tenían como finalidad alejar a la juventud de los problemas propios de la época y de la edad, ofreciendo una vida metódica en su interior. Se enseñaba los ideales de la antigüedad, la lengua escolar era el latín, y el dominio de la retórica era la culminación de esta educación.

En esa época, los jóvenes, eran considerados propensos a la tentación, débiles y con atracción por el mal, por lo tanto, se consideraba necesario aislarlos del mundo externo, ya que éste es temido como fuente de tentaciones. Había que vigilar al alumno para que no sucumbiera a sus deseos y apetencias naturales.

Así, la Escuela Tradicional del siglo XVII, significa Método y Orden. Siendo caracterizada por el magistrocentrismo, enciclopedismo, verbalismo y pasividad.

o Magistrocentrismo
Aquí, el maestro es la base y condición del éxito de la educación y le corresponde organizar el conocimiento, aislar y elaborar la materia que ha de ser aprendida, trazar el camino y llevar por él a sus alumnos.

En este sentido, el maestro es el modelo y el guía, al que se debe imitar y obedecer.

La disciplina y el castigo cumplen un papel fundamental y regulador para desarrollar a través de ejercicio las virtudes humanas en los alumnos.


o Enciclopedismo
Son organizadas, ordenadas y programadas las clase y la vida colectiva, para ello la existencia de un manual es la expresión de esta “organización”, así, todo lo que el alumno debe aprender se encuentra en él, graduado y elaborado. Este manual evita la confusión, por lo cual nada debe buscarse fuera de él.


o Verbalismo y pasividad

El método de enseñanza será el mismo para todos los niños y en todas las ocasiones. El repaso entendido como la repetición de lo que el maestro acaba de decir, tiene un papel fundamental en este método.


El maestro simplifica, prepara, organiza, y ordena. Es el guía, el mediador entre los modelos y el niño. Mediante los ejercicios escolares los alumnos adquirirán unas disposiciones físicas e intelectuales para entrar en contacto con los modelos. La disciplina escolar y el castigo siguen siendo fundamentales. El acatar las normas y reglas es la forma de acceso a los valores, a la moral y al dominio de sí mismo, lo que le permite librarse de su espontaneidad y sus deseos.

La filosofía de la Escuela Tradicional, considera que la mejor forma de preparar al niño para la vida es formar su inteligencia, su capacidad de resolver problemas, sus posibilidades de atención y de esfuerzo. Se le da gran importancia a la transmisión de la cultura y de los conocimientos, en tanto que se les considera de gran utilidad para ayudar al niño en el progreso de su personalidad.

En su momento la Escuela Tradicional representó un cambio importante en el estilo y la orientación de la enseñanza, sin embargo, con el tiempo se convirtió en un sistema rígido, poco dinámico y nada propicio para la innovación; llevando inclusive a prácticas pedagógicas no deseadas. Por ello, cuando nuevas corrientes de pensamiento buscaron renovar la práctica educativa, representaron una importante oxigenación para el sistema; aunque su desarrollo no siempre haya sido fácil y homogéneo, sin duda abrieron definitivamente el camino interminable de la renovación pedagógica.



Enfoque contemporáneo
LA ESCUELA NUEVA.


Antecedentes.
En el siglo XIX surge el movimiento de renovación pedagógica conocido como Escuela Nueva, aunque hay ciertos antecedentes que muestran características de este movimiento ya desde el Renacimiento.

A partir del siglo XVIII, se pueden distinguir en este movimiento progresivo las siguientes etapas:
Etapa romántica.

Caracterizada por lo Individualista, idealista y lírica. Surgen una serie de posturas extremistas producto de una radicalización de los principios y objetivos de la educación.


Representantes de esta etapa son:
- Jean Jacques Rousseau.
- Giovanni Enrico Pestalozzi.
- Friedrich Fröebel.
- León Tolstoi.
- Ellen Key.

Los grandes sistemas.

La etapa que más autores, obras y experiencias proporcionó al movimiento, se da a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Más realista pero no exenta del romanticismo, idealismo e individualismo de la etapa anterior.


Algunos representantes son:

- John Dewey. (considerado el verdadero creador de la escuela activa).
- Adolphe Ferriére
- María Montessori.
- Ovide Decroly.

Característica de la Escuela Nueva.

Esta educación tiene como base la psicología del desarrollo infantil, donde el foco de atención esta en tener una imagen justa del niño, permitiendo desarrollarse a su propio ritmo.

La relación maestro-alumno, pasa de una relación de poder-sumisión (dada en el escuela tradicional) a de afecto y camaradería (dada en la escuela nueva)

El contenido es relevante en cuanto se parte del punto de interés de los niños, así la función del educador es descubrir las necesidades de sus alumnos y los objetivos que son capaces de satisfacerlo.

En los métodos de enseñanza se introducen una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa y la creatividad.

Así, La escuela será una escuela activa en el sentido de incluir todas las formas de la actividad humana: la intelectual, pero también la manual y la social. Utilizar con fines educativos la energía del niño.
La orientación de la escuela nueva es “Preparar al niño para el triunfo del espíritu sobre la materia, respetar y desarrollar la personalidad del niño, formar el carácter y desarrollar los atractivos intelectuales, artísticos y sociales propios del niño, por lo cual se entiende la escuela como un proceso circular en el que todo esta interrelacionado y/o afectado en post del desarrollo integral del niño.


Los enfoques didácticos han ido evolucionando a través del tiempo, anunciando otras formas de enseñar y otro foco de atención en la educación, ya no solo en el contenido, sino fijando la mirada en potenciar las capacidades del individuo, a través de metodologías activas donde el propio sujeto es actor principal del aprendizaje, así la labor docente ya no esta dirigida en forma vertical a los alumnos, sino hay un proceso de democratización de la enseñanza donde todos participan y aprenden, realizando un proceso circular como se evidencia en el esquema de la pagina anterior.

En este sentido, el concepto de aprendizaje a pasado desde un enfoque netamente de asimilación y memoria a un enfoque de construcción y búsqueda de significado, donde el rol del estudiante permite construir su propio aprendizaje a través de procesos activos y contextualizados.



Conclusión

La historia de la educación muestra la enorme variedad de modelos didácticos que han existido. La mayoría de los modelos tradicionales se centraban en el profesorado y en los contenidos(modelo proceso-producto). Los aspectos metodológicos, el contexto y, especialmente, el alumnado, quedaban en un segundo plano.

Como respuesta al verbalismo y al abuso de la memorización típica de los modelos tradicionales, los modelos activos (característicos de la escuela nueva) buscan la comprensión y la creatividad, mediante el descubrimiento y la experimentación. Estos modelos suelen tener un planteamiento más científico y democrático y pretenden desarrollar las capacidades de autoformación.

Actualmente, la aplicación de las ciencias cognitivas a la didáctica ha permitido que los nuevos modelos didácticos sean más flexibles y abiertos, y muestren la enorme complejidad y el dinamismo de los procesos de enseñanza-aprendizaje.



Bibliografía

Barco de Surghi S, Estado actual de la Pedagogía y la didáctica, en "Revista Argentina de Educación", Mayo-Junio, 1989.


Contreras Domingo J, "La didáctica y los procesos de enseñanza aprendizaje", en "Enseñanza, Currículum y Profesorado. Introducción a la didáctica", Akal, Madrid.


Davini, "Conflictos en la evolución de la didáctica. La demarcación entre la didáctica general y las didácticas especiales" en Camiloni y otros "Corrientes didácticas contemporáneas", Paidós, 1988

Fernandez Enguita, M, "Introducción", en "Comenius. Didáctica Magna", Akal, Madrid, 1986


Vazquez, F. (2006). “Modernas estrategias para la enseñanza”. Editorial Lexus. México.




[1] Resumen realozado por. Maribel Elena Morales de Casas. Monografias.com

El Personalismo de Mounier (Resumen)

Introducción


El hombre es una persona encarnada en un individuo. Si la individualidad domina, el hombre se dispersa y se convierte en una cosa, se deshumaniza. Si predomina la personalidad, el hombre realiza plenamente la peculiaridad de su vocación.

Así, el personalismo comprende toda doctrina y toda civilización que afirma el primado de la persona sobre las necesidades materiales y sobre los mecanismos colectivos que sustentan su desarrollo.



El Personalismo

El personalismo ha tenido una larga historia de definiciones indecisas y ramificadas, actualmente es entendido no como un sistema, sino como filosofía, ya que como plantea Mounier, E (1984:5) “… No rehuye la sistematización, pues el orden es indispensable en los pensamientos: conceptos, lógica, esquemas de unificación no son útiles solamente para fijar y comunicar un pensamiento …”. En este sentido, el personalismo es un movimiento de pensamiento y de acción que afirma el “valor absoluto” de la persona, donde su enunciación central, expone Mounier, E (1984: 6) “… es la existencia de personas libres y creadoras”, así, no es posible hablar de personalismo en un sentido singular, sino que se debe considerar desde un punto de vista de la existencia de personalismos, lo que conlleva a respetar sus modalidades diversas.

Así, se podría comenzar a delinear la idea del universo personal, a través de la definición de persona, sin embargo Mounier, E (1984: 6) plantea que “… solo se definen los objetos exteriores al hombre y que se pueden poner ante la mirada….”. Siendo posible aclarar que el hombre es un ser inclusive, por lo cual no puede ser tratado como objeto, su naturaleza comprende a este ser como un centro de reorientación del universo objetivo.

De este modo, la persona es entendida como un ser que esta inmerso en la naturaleza y es considerado como la unificación del cuerpo y el espíritu, respecto a esto Mounier, E (1984: 6) expresa que “… la unión indisoluble del alma y el cuerpo, es el eje del pensamiento cristiano. Éste no opone el “espíritu” y el “cuerpo” o la “materia” en su acepción moderna” (…) el espíritu, en el sentido compuesto del espiritualismo moderno, que designa a la vez al pensamiento, el alma y el soplo de vida se fusiona en la existencia con el cuerpo”, así se puede afirmar al ser el hombre natural, es parte de la naturaleza, por lo cual donde el este, estará del mismo modo su cuerpo como parte exterior de su ser.

La persona trasciende la naturaleza

El hombre es un ser natural, pero su “espíritu” trasciende la naturaleza, ya que solo el posee una doble capacidad de romper con ésta y como plantea Mounier, E (1984: 13) “… solo el conoce este universo que lo devora, y solo el lo transforma (…), el hombre es capaz de amor, lo que es infinitamente más todavía”. Así, el hombre ejerce dominio sobre lo material.

En este sentido, el determinismo no bloquea al hombre y si bien permanecen ligados, cada nuevo determinismo que el sabio descubre es una nota más en la gama de libertad de éste.

Así, el surgimiento del hombre se presenta como una lucha constante entre dos tendencias contrarias. Por una parte una tendencia permanente a la despersonalización y por otra parte a un movimiento de personalización. El surgimiento del universo personal no detiene la historia de la naturaleza, sino que se une a la historia del hombre sin existir sometimiento.
Las consecuencias de esta condición es posible resumirlas en:
- Se debe respetar la ciencia de la materia y del espíritu.
- No se debe confundir el personalismo con el espiritualismo; ya que plantea Mounier, E (1984: 15) “… muy por el contrario, aprehende cualquier problema humano en toda la amplitud de la humanidad concreta, desde la mas humilde condición material a la mas alta posibilidad espiritual”.

El personalismo se opone al idealismo, cuando este último reduce la materia a una apariencia del espíritu humano, incluyéndose en él por una actividad de naturaleza ideal.

Así, para el personalismo, la materialidad existe en su universo y no se puede resolver en una relación interior de conciencia. En esto, clarifica Mounier, E (1984: 16) “… la relación dialéctica de la materia ala conciencia es tan irreductible como la existencia de la una y de la otra”, por lo cual un factor esencial es la existencia más elemental de la persona.

El personalismo de la naturaleza adquiere sentido, en cuanto es la persona quien no se conforma con aceptar la naturaleza, así se vuelve a ella para transformarla e “Imponerle progresivamente la soberanía del universo personal” siendo esta explotación destinada a abrir ante la libertad creadora de los hombres. Así, la pertenencia a la naturaleza se convierte en dominación, a través de una relación dialéctica de intercambio y de ascensión.

Con la intervención del hombre, la naturaleza ha comenzado a humanizarse, a través de diversas creaciones, donde se va a anexar a la industria.


La Conversión Íntima

El hombre, como dominador de la naturaleza, puede vivir como una cosa sin serla; pero esto se le aparece bajo el aspecto de una dimensión: la diversión, , la vida inmediata, entre otras formas de definirlo.

El hombre en la diversión, plantea Mounier, E (1984: 26) “… vive como expulsado de sí, confundido con el tumulto exterior”, siendo prisionero de sus apetitos y deseos del mundo que los rodea.

La vida inmediata tiene relación con la capacidad de vivir sin proyectos, sin dominio, siendo la definición misma de la exterioridad. La vida personal comienza con la capacidad de romper el contacto con el medio, de recobrarse y recuperarse, con miras a recogerse en un centro, a unificarse. De acuerdo a esto Mounier, E (1984: 26) expone que “… lo importante no es, de hecho el repliegue, sino la concentración, la conversión de las fuerzas”. La persona solo debe retroceder para llegar a un punto superior, en este sentido, la profundización personal que el hombre realice de sí, depende de la ayuda de conceptos, esquemas y estructuras que posea.

Esta suma de conceptos, no quiere decir que constituyan al hombre, sino estaríamos hablando de un hombre “inventariable” como lo propone Mounier, sino que se comprende de la vida personal.
Así, la vida personal a la cual se ha hecho mención, comprende un sentido de reserva y discreción en la expresión, considerado como homenaje y respeto a la infinitud interior del hombre.

El Afrontar

Mounier, E (1984: 31) plantea que “… el lenguaje personalista, no despierta (…) un impulso creador, sino una reflejo de separación y de defensa”. Así, la forma que el hombre debe asumir su realidad, depende de su condición y definición.

La búsqueda de la originalidad de este hombre, pasa a ser parte de un subproducto de sus acciones, de su vida personal, siendo esta ultima muy relevante, en cuanto hay que cuidarse de pensar que la más alta vida personal sea la de la excepción que alcanza.

En este sentido, es preciso aclarar, según expone Mounier, E (1984: 32) “… el personalismo no es una ética de los grandes hombres (…) el verdaderamente extraordinario es el verdadero hombre ordinario”.

Libertad condicionada

La libertad, es entendida como una afirmación de la persona, por lo cual se vive, no es posible verla, llegando a descubrirla en la naturaleza o a ras de ella.
Así, la libertad de indiferencia, según la llama Mounier, E (1984: 35) “… libertad de no ser nada, de no desear nada y de no hacer nada; no solo indeterminismo, sino indeterminación total”, es decir la libertad de pensamiento y acción, el hombre no es capaz de ver este estado, sino que es capaz de creer que esta situación se le oculte sin poder visualizarla, así pues, es la persona quien se hace libre, después de haber elegido serlo.

En este sentido en ninguna parte encontrará la libertad dada y construida, Mounier, E (1984: 36) “… nada en el mundo asegura que ella es libre sino penetra audazmente en la experiencia de la libertad”. La libertad no es un puro surgimiento sino una acción que debe ser vivida y comprobada por el hombre para ser descubierta, es decir, soy libre si inclino mi espontaneidad, en el sentido de una liberación, de una personalización del mundo y de mi mismo.

La Eminente Dignidad

“…una realidad trascendente a otra, no es una realidad separada que plantea por encima de ella, sino una realidad superior en calidad de ser, que la otra no puede alcanzar por un movimiento continuo…” Mounier, E (1984: 40). Así, la trascendencia de la persona, esta relacionada con la actividad reproductora. “hacer y al hacer hacerse, y no ser mas que o que el se hace”, e sujeto productor, por un lado no se basta en si mismo, ya que una producción sin meta se vuelve un suplicio.

La aspiración trascendente de la persona, Mounier, E (1984: 41) “… no es una agitación, sino la negación de sí como mundo cerrado, suficiente y aislado de su propio surgimiento. La persona no es el ser, es movimiento del ser hacia el ser y solo es consistente al ser al que apunta” por lo que su aceptación y el movimiento de la persona hacia lo transpersonal es un movimiento combativo.

El Compromiso

La acción supone la libertad del hombre, una libertad que es asumida desde una orientación responsable y del poder desmesurado cuando se conserva la fe.

En este actuar de libertad, el hombre no esta solo, pues el esfuerzo hacia la verdad y la justicia, es un esfuerzo colectivo. Así, solo con la personalización, adquiere el colectivo su sentido humano.

Conclusión

El hombre personalista está llamado a construir según un modelo personal, donde cada uno sea respetuoso con la persona. Para construir esas comunidades a la medida de la persona, el hombre necesita comunicarse con otros hombres. Aquí se descubre a Dios como suprema comunicación. Sólo quien vive la verdadera comunicación con los demás, trascendiéndose a sí mismo, puede creer de verdad en Dios.